martes, 16 de febrero de 2010

Seria y verdaderamente incluidos

Desde que recuerdo en las organizaciones ha habido presiones, exigencias por cumplimientos de metas, premios y castigos. También el estrés tenia presencia con otro rotulo probablemente más secuenciado en el tiempo, en la actualidad es constante e híper intenso.
Desde hace algunos años se vislumbraba que la dirección de la calidad de vida laboral entraba en declive, con una fuerte variable interviniente: la formula de "resultados ya".
Desde esta complejidad entiendo que pensar en modificar el declive requiere dentro de las posibilidades de intervención, recapacitar sobre el modelo vincular imperante. Sostengo que los vínculos interpersonales desde cualquier espacio de poder requieren de una inclusión del "otro" en el propio mundo, incorporándolos como sujetos emocionales, sensibles, con aspiraciones y contratos psicológicos latentes incumplidos.
Ser persona es una construcción permanente. La disociación entre persona y exigencias asfixiantes “resulta una lucha estéril”, lucha es un termino cargado de testosterona, prefiero la palabra desafío; permanente desafío para no retroceder y en paralelo seguir construyendo ladrillo a ladrillo lo que falta. Falta que posee relación con aquellos que tienen que ser incluidos y por diferentes motivos quedan afuera. Quiero puntualizar: seria y verdaderamente incluidos(las mujeres por ejemplo, ver: La mujer dentro de las organizaciones. http://rubenszych.blogspot.com)
No hago foco en una cuestión moral sobre lo bueno o lo malo, el punto es otro y se relaciona con lo que es superior en términos de plenitud, desarrollo, comprensión y sin lugar a dudas “mejora de la performance”. El trabajo, el liderazgo, la calidad de vida laboral tienen posibilidades de mejorar si comienza a pensarse y desplegarse desde otro territorio.
Respetarse es el requisito y a partir de allí o simultáneamente incluir a los otros para que no quedan afuera del sistema fuera cual fuese. Al incluirlos crecen y nos completamos creciendo en una trascendente cantidad de posibilidades.
La experiencia me indica que muchos buscan el desarrollo por un camino basado en el pragmatismo, más corto, pero sin duda en el mediano plazo menos productivo y sustentable.

2 comentarios:

  1. Hola Rubén

    Estuve leyendo tu blog, y tenemos ideas coincidentes con respecto a la mujer en el trabajo.
    Yo tengo más de 20 años de experiencia como ejecutiva dentro del mundo corporativo, en un área que durante la mayor parte de mi experiencia era un mundo de sólo hombres. Ahora ha cambiado...
    Empecé mi vida laboral formal como una mini ejecutiva, lo cual me llevó naturalmente a llegar a ser una maxi-ejecutiva. Nunca tuve que pasar por la explanada de lanzamiento que suponía en esa época el punto de partida de una mujer --ser una super secretaria que ascendía al rango de ejecutiva a puro mérito-- y tal vez porque carecía totalmente de entrenamiento formal, fue supongo, que me fui haciendon con cierta humildad.

    En todos esos años, muchas veces conocí a mujeres feministas y algunos hombres machistas, que intentaron involucrarme en sus ideas diferenciadoras, sin lograrlo.
    Así y todo hicieron que tomara de a poco conciencia del hecho que me encontraba en una situación particular, que merecía consideración. Hasta que no me enfrenté con este tipo de gente, nunca se me cruzó por la cabeza pensar en mi lugar como mujer dentro del núcleo corporativo, ni me lo hicieron pensar aquelllos hombres y mujeres (ellas en su mayoría secretarias) que trabajaban conmigo.

    Mirando para atrás, supongo que lo que me allanó el camino fue el hecho de que sin pensarlo siempre actué sobre las siguientes premisas:
    A mi me gustan los hombres (no me refiero desde lo sexual --aunque también-- sino como seres diferenciados de las mujeres) Yo le gusto a los hombres (again, más allá de lo sexual, les gusta conversar conmigo, tener proyectos, etc.) La base de ese mutuo gusto es el reconocimiento de las diferencias que existen entre hombres y mujeres, las cuales entiendo no están diseñadas para competir sino para ser compañeros perfectos, que se complementen en sus necesidades. Yo como ejecutiva, apliiqué todas mis facultades femeninas frente a los hombres, con el fin de lograr mi objetivo: Usé la seducción de la fantasía sexual, usé la seducción de la fantasía maternal, usé la seducción de la fantasía filial, y por sobre todas las cosas, fui compañera y dí tanto como exigí ese complemento de las diferencias. Nunca tuve un incidente laboral por el cual me sintiera discriminada, mal paga, o impedida de acceder al poder. Asumo que también tengo talentos que me fueron reconocidos, pero hay muchas mujeres talentosas que igual han tenido problemas para ascender la escala ejecutiva, y entonces tengo que asumir que tiene algo que ver con el comportamiento.

    Esto es muy difícil de explicar a las feministas, porque ellas basan su filosofía en una base de igualdad competitiva que yo considero es una fantasía. A mi no me molesta el rol de Eva, nacida de la costilla de Adán, creada para otorgarle compañía y gestarle hijos. Me parece un rol maravilloso. Las feministas creen que es un rol servil. Yo considero que depende de Eva, si Eva tiene el temperamento que tengo yo, lo servil es imposble.

    Bueno, eso
    Besos
    marta


    Marta Avellaneda
    URUGUAY

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  2. Comperto 100% el concepta del liderazgo Femenino.. solamente que en mi humilde opinión, no lo considero generalizado en todos los rubros y aspectos. La mujer, como ya se ha comentado, tiene la grán capacidad de poder evaluar un entorno más global y seguir varios lineamientos y políticas sin perder un solo punto o detalle de vista, mientras el hombre suel enfocarse mayormente por temas unitarios o en menores aspectos globales. Esto hace que en su generalidad el liderazgo Masculino sea más agresivo y pujante a nuevos mercados sin medir mucho consecuencias de fracasos o en su contraparte muy conservador y negativo al cambio. En cambio un lider femenino avanza en forma más efectiva paso a paso lo cual es excelente en ciertas organizaciones y mercados, pero a su vez puede llevar la contra en un mercado ágil y muy cambiante dependiendo del rubro.. como todo, creo que un buen equilibrio es fundamental y un buen lider masculino debe rodearse de un excelente equipo técnico mixto mientras un lider femenino no puede dispensar de un hombre que acompañe y de ese tono agresivo y desmedido en cuanto a estrategias de mercados o el simple "animarse al cambio" sin perder el tren evaluando las posibilidades.
    Las capasidades de control, seguimiento, cumplimiento de muchas Ejecutivas es envidiable y necesario para hacer contrapeso a la agresividad técnica y comercial del Hombre en los mismos aspectos.
    Creo fervientemente que dependiendo de las organizaciones ambos perfiles son más que necesarios y lo más dificil es encontrar el equipo que trabaje (like Clockwork) como dicen los ingleses.
    Lucas R. Migone Schaefer ha dejado un nuevo comentario en su entrada "BIENVENIDA LA DIFERENCIA":

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