martes, 3 de julio de 2018


DESARROLLAR LA RESILIENCIA

1. Establecer vínculos con otras personas
Es importante tener una buena relación con familiares cercanos, amigos y otras personas. Aceptar ayuda y apoyo de aquellas personas que se preocupan por ti y que están dispuestas a escucharte fortalece la resiliencia. Para algunas personas, ser miembros activos de grupos cívicos, organizaciones religiosas o cualquier otro grupo local brinda apoyo social y puede ayudar a recuperar la esperanza. Ayudar a otras personas cuando atraviesan momentos difíciles también puede beneficiar a quien brinda la ayuda.

2. No considerar que la crisis es un problema insuperable
No puedes cambiar el hecho de que ocurran situaciones altamente estresantes; pero sí puedes cambiar la forma en que interpretas estas situaciones y cómo respondes ante ellas. Trata de ver más allá del presente cómo las circunstancias pueden ser un poco mejor en el futuro. Observa las formas, aunque sean leves, con las que ya te sientas un poco mejor a medida que atraviesas situaciones difíciles.

3. Aceptar que el cambio forma parte de la vida
Es posible que, por situaciones adversas, ya no se puedan alcanzar algunas metas. Aceptar las circunstancias que no se pueden cambiar puede ayudarte a centrarte en las circunstancias que sí puedes modificar.

4. Avanzar hacia las metas
Traza metas posibles. Haz algo de forma regular, aún si parece un logro pequeño, que te permita avanzar hacia tus metas. En lugar de centrarte en tareas que parecen imposibles de realizar, pregúntate: "¿Qué cosa sé que puedo lograr hoy y que me ayude a avanzar en la dirección en la quiero ir?"

5. Actuar con decisión
Enfrenta las situaciones adversas tanto como te sea posible. Actúa con determinación en lugar de distanciarte completamente de los problemas y el estrés, y desear que simplemente desaparezcan.

6. Buscar oportunidades para conocerse mejor a uno mismo
Muchas veces, las personas aprenden algo nuevo de sí mismas y se dan cuenta de que han crecido en algún sentido, como consecuencia de su lucha ante las pérdidas con las que las enfrenta la vida. Muchas personas que han sufrido tragedias y situaciones adversas han afirmado que tienen mejores relaciones, mayor sentido de fortaleza personal, incluso cuando se sienten vulnerables, una autoestima más alta, espiritualidad más desarrollada y aprecio más intenso por la vida.

7. Cultivar la confianza en tu capacidad para resolver problemas y confiar en tus instintos te ayudan a desarrollar la resiliencia..
Cultivar la confianza en tu capacidad para resolver problemas y confiar en tus instintos te ayudan a desarrollar la resiliencia.

8. Poner las cosas en perspectiva
Aún cuando afrontas situaciones muy dolorosas, trata de ver la situación estresante en un contexto más amplio y mantén una perspectiva a largo plazo. Evita exagerar la situación.

9. Mantener una actitud positiva
Una actitud positiva te permite esperar que pasen cosas buenas en tu vida. Trata de visualizar lo que quieres, en lugar de preocuparte por lo que temes.

10. Cuidarse
Presta atención a tus propias necesidades y sentimientos. Realiza actividades que disfrutes y que te relajen. Haz ejercicio físico de forma regular. Cuidarte te ayuda a mantener tu mente y cuerpo en excelentes condiciones para atravesar situaciones que requieran tu capacidad de recuperación.

Otras formas...
Otras formas de fortalecer la capacidad de recuperación pueden ser útiles. Por ejemplo, algunas personas ponen por escrito sus pensamientos y sentimientos más profundos en relación con situaciones estresantes o traumáticas que vivieron. Lo ejercicios espirituales y de meditación ayudan a algunas personas a establecer vínculos y recuperar la esperanza. Lo importante es identificar las formas que pueden llegar a funcionar bien para ti como parte de tu propia estrategia personal para fomentar la capacidad de resiliencia.

viernes, 13 de octubre de 2017


La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, personas de pie


ENTREVISTA DE LA SEMANA ] Conversamos con Ruben Szych  Acerca de: “Configuraciones organizacionales y asesoría sistémica". Nos contó de sus inicios y cómo fue descubriendo su pasión por la educación y la organización de grupos. Mirá el video hasta el final y compartilo con tus colegas y amig@s. #GraciasPorSerParte de Qué Querés Que Pase? 😉

lunes, 25 de septiembre de 2017

LA IMPORTANCIA DE "LO OBVIO"








Trabajando como coach, colaborando con profesionales de diferentes niveles jerárquicos, aprendí que no debo dejar de lado lo aparentemente obvio.

En un comienzo surgió  por casualidad, luego progresivamente incluí la obviedad como elemento central en el proceso de desarrollo y mejora de mis clientes.

Descubro que en muchos campos de la vida "lo obvio" es desestimado, quizás porque en los tiempos que vivimos nos damos poco tiempo para preguntar e indagar proactivamente. No solo en lo laboral, también en lo privado con la pareja, hijos, amigos.

¿Obvio para quién? por supuesto que primero para mí. Los supuestos y los juicios fueron sin intención un obstáculo que posponía la solución. Suponía erróneamente que una persona con una carrera profesional significativa, en muchos casos con varios años de terapia, incluso habiendo pasado por procesos de Coaching, debía ya saber algunas cuestiones que desde mi lógica eran elementales. Falsa creencia.

Similar falsa creencia que tiene un cliente, cuando me explica alguna situación laboral, que para él es elemental, por ejemplo: un tema relacionado con la química o la ingeniería y supone que lo entiendo en su primera enunciación.

Descubro cada vez más que para llegar a lo que yo llamo obviedad, desentrañarla y poder ayudar y hacer insight con la situación, se requiere previamente haber podido penetrar en la complejidad y aplicarse en la didáctica de la simplificación. 

Cuando vuelvo sobre la palabra "obvio", quiero expresar con la misma, la posibilidad de detenerse y antes de meternos en lo complejo, poder preguntar y preguntarnos sobre lo que está primero en la secuencia, por ejemplo: ¿cuánto hace que no salís solo con tu hijo? ¿Antes de este conflicto aquí en la empresa, paso algo en tu vida familiar? Los errores que estas cometiendo son graves ¿Te gusta lo que estás haciendo? ¿Estas dedicando un tiempo exclusivamente para vos?...

Lo que planteo es posible, cuando conectamos con un espacio que Daniel Goleman describe como el tercer nivel de la empatía, al que él llama 
 "la compasión" o empatía compasiva y aclara que no tiene nada que ver con la lastima. 

Este espacio en la mayoría de nosotros es un proceso en construcción, que tiene como resultado el poder establecer un contacto interpersonal comprometido, que atraviesa el entender y el sentir, para ingresar al mundo del "hacer con el otro", "junto al otro", hasta tanto pueda desplegar su potencia y llegar a la solución.

Dentro de esta concepción "lo obvio" cobra un profundo sentido en el "darse cuenta". Desde mi experiencia, permite construir una metamirada de lo que le ocurre, dando sentido, comprensión y posibilidades de acción en relación al tema que llevó al cliente a pedir ayuda.











viernes, 26 de mayo de 2017

Es posible otra manera de pensar y lograr mejores resultados







Es posible otra manera de pensar y lograr mejores resultados


En el campo personal y organizacional, dadas las características del contexto, el nivel de exigencia e inmediatez para dar respuestas genera entre otras cuestiones un modelo reactivo, impulsivo,  individualista y de corto plazo.
Es imposible suponer que con estas características podemos articular empresas, ampliar el crecimiento personal y un desarrollo en general que resulte sostenible en el tiempo. Y si se alcanza bajo estas circunstancias es relativamente simple darnos cuenta que los efectos y consecuencias del logro tendrán un alto costo.
Es posible otra manera de pensar el éxito.


¿Tener la razón o lograr resultados?
Es una frase conocida, hace muchos años un maestro me propuso que pensara en dicha idea como posible respuesta ante una situación complicada con un integrante de mi familia, no dudé, lo que quería y necesitaba era lograr el amor y el equilibrio familiar. Para ello tuve que reinventarme, tomar lo mejor que podía de la historia y construir una versión mejorada de mi. 
Cuando las cosas mejoraron comprendí lo absurdo que es querer tener la razón a costa de lo que se puede inconscientemente destruir.  

Comprendí que la clave se encuentra en la palabra “luego”, porque "luego" temporalmente viene después de la palabra "ahora". Parece obvio, pero en la práctica esta situación es una de las variables que impide lograr metas básicas y otras complicadas…Imposibilita entre otras cuestiones mejorar nuestra calidad de vida y seguramente la de los otros.
Desde esta perspectiva “ahora” es la urgencia, es el aquí y ahora y que tiene como eje central el modo “supervivencia”.
Supervivencia que nuestro cerebro decodifica como vida o muerte y en realidad en nuestro contexto actual probablemente se trata del ego, ignorancia, vacío, inseguridad, omnipotencia y otras emociones. 
Este modo supervivencia percibido como de vida o muerte en nuestro mundo actual, deviene de un cerebro primitivo que necesitaba no dudar, de una “autoverdad” inmediata, porque la duda implicaba la muerte.
Hace muchos miles de años requeríamos de la no duda, decidir firmemente y en automático, porque solo algunos segundos de demora implicaban ser devorados por un depredador. Es importante decir aquí que el cerebro conoce tres mecanismos de respuesta ante situaciones complicadas: ataque, huida o parálisis.
Esto ocurría en el mundo natural, en el actual de cemento artificial, pensar distinto por parte de los otros es decodificado por nuestro cerebro no como ideas o abstracciones, sino como amenazas concretas. Se sienten como lanzas que pretenden perforarnos, entonces el instinto de supervivencia lo convierte en algo concreto...un peligro para la vida.
Si hay dudas al respecto, solo deténgase a recordar experiencias propias o de personas cercanas en relación a peleas por cuestiones afectivas, sociales, políticas, económicas, deportivas…y verá que ocurre en cualquier grupo etario, nivel económico o cultural. He visto peleas intensas que se iniciaron por suposiciones relacionadas a  dudas, sobre la propiedad de una idea.
En los varones puede manifestarse de manera más explícita, física y violenta, en las mujeres de forma solapada, pero también con una enorme intensidad, explosividad y duración en el tiempo.
Una de las variables que permite generar un nuevo hábito para soportar o reprimir “mi verdad” y hacer foco en los resultados pasa por “visualizar”el resultado, experimentar aunque solo sea por unos segundos el beneficio del logro…lo que vamos a conseguir...lo que podemos  llegar a "ser".
Visualizar, experimentar, sentir, gozar del logro, del resultado, que puede significar un abrazo prolongado, una reconciliación, aplacar el estrés, desarrollarse profesionalmente, sentir más paz en el cuerpo y en el alma…y otras tantas posibilidades…
Esta imagen la relaciono con una de las expresiones que aprendí en Neurociencias:
 “Placer de corto plazo en muchas ocasiones genera un dolor de largo plazo y un dolor de corto plazo puede implicar placer de largo plazo”.
La relaciono  porque en muchas oportunidades “mi verdad” representa una necesidad imperativa, un impulso que si podríamos restarle un poco de pasión, descubriríamos que enmascara otras cuestiones, que necesitan una expresión inmediata que podemos relacionarla con el placer, como una autosatisfacción, que en realidad no cambia en profundidad nada de fondo y no va más allá de un corto y breve espacio de complacencia, en muchos casos solo para mantenerse en un estado de falso confort.
En muchas oportunidades “la verdad” y la “contra verdad” (objeto de la tensión) tienen mucho en común. Ocurre que esa tensión impide descubrir los puntos de acuerdo. La  electricidad  oculta lo no dicho, aquellas situaciones que expresan intereses contrarios.

Se genera una ceguera que se impone en un intento de la imposición de la verdad. Funciona  como un telón pesado, que impide poder trascender el corto plazo. Un cortoplacismo que impide mirar las consecuencias que provocará el “ganar” de nuestra verdad. 
Un ganar con efectos colaterales imposibles de ver, cuando estamos secuestrados por la emoción de lo primitivo y la supervivencia.
Va más allá de no percibir los siguientes escalones, es un ganar a lo “Pirro” (La historia de Pirro, cuando ganar es perder), tiene que ver en casos más graves con la imposibilidad de advertir otras consecuencias de diversa índole que se  producirán en el mediano y largo plazo por esta imposición de mi verdad.

Transformar “mi verdad” en posibilidades de desarrollo

En muchas circunstancias hay que reprimir la verdad en pos de otros objetivos más valiosos. Incluyo dentro de lo valioso, la salud, la trascendencia, la perdurabilidad, el crecimiento sostenido…otras. 
Por supuesto que también “mi verdad provocará otros costos a pagar…quizás no en lo inmediato. Siempre se paga un precio, la idea, es  intentar con madurez y equilibrio pagar los menores costos posibles.
Uno de los aspectos de la madurez es aprender a distinguir cuales batallas dar y cuáles no. Tener también consciencia de las posibilidades, Distinguir la potencia disponible y comprender que hay elementos de la realidad que van mucho más allá de mis posibilidades…estas ideas no se inscriben en la resignación, sino en las alternativas de logro.
Una agencia de publicidad norteamericana adoptó como lema de identidad la siguiente idea:
 “Vamos a tocar las estrellas con las manos, nuestro propósito es estirarnos al máximo de nuestras posibilidades y el secreto pasa por no despegar los pies de la tierra”.
Cuando lo escribo me resuena la idea de la potencia…amplificar nuestra potencia. No olvidemos que el omnipotente encierra la misma esencia que el impotente: la inseguridad. El primero negándola, yendo por todo (en general tarde o temprano se termina estrellado) y el segundo sin siquiera poder intentarlo.
Las dos caras de una misma moneda, la omnipotencia y la impotencia encubren la inseguridad. Nuestro equilibrio y desarrollo se estructura cuando podemos internalizar la idea de que la fuerza reside en descubrir lo que se encuentra entre las dos caras: “nuestra potencia, única, propia, no comparativa con otras, “posibilidad pura”…nuestra potencia.
Cuando comenzamos a internarnos en la energía de la potencia, aceptando nuestro coraje, inseguridad, temores, posibilidades, podemos dejar de apoyarnos en nuestra imposición de la verdad. Sobre todo en nuestra necesidad de creer en nuestra verdad.
Cuestionarnos nuestra verdad para poder pasar a una etapa superior, que es la de intentar escuchar e intentar empatizar con lo otro, el otro, a los otros… todo aquello que se encuentra fuera de mí. 
En la mayoría de los casos el otro no es un enemigo, solo es alguien con sus propias construcciones mentales, inseguridades, ego…que también necesita para constituirse poder imponer su verdad. Es  alguien o algunos  que tampoco pueden permitirse escuchar por sus propias imposibilidades y límites.
La construcción e integración de la inteligencia emocional y las neurociencias aplicadas (que es la base de este escrito), implica poder, a pesar de la pasión que nos invade, correrse de la supervivencia e ingresar en el campo de la trascendencia.
El pasaje de la supervivencia a la trascendencia es muy difícil al principio, pero por lo que observé con mis coachés a través del tiempo, el cambio se va articulando con la práctica y paulatinamente se transforma en una manera de estar y ser en el mundo.
Cambio que se expresa pudiendo escuchar sin rebatir y a pesar de no compartir lo que se plantea, permitir por unos momentos bajar los impulsos y poder descubrir que lo que está en juego no se dirime en una sola jugada.
Aprender a reconocer que la partida es larga y desde una perspectiva más amplia, salir de lo urgente, del aquí y ahora  y poder preguntar (sin ironía),  para qué,  hacia donde...
Y podemos seguir preguntando y que también nos pregunten, intentando explicar, incluyendo las palabras creo, siento, me parece, otras alternativas…ocurre entonces que se puede generar otro clima, otro tiempo, otro espacio…sin intentar cerrar ni acelerar las conclusiones ni los resultados…ampliar la mirada...propongo que al leer este escrito amplíes tu mirada antes de abrir un juicio relacionado a lo posible...

Pasar de una teoría de la “verdad” a una tentativa de encuentro, complementariedad, aceptación, ceder y que cedan…entonces allí se abre un campo de alternativas y posibilidades.

miércoles, 10 de febrero de 2016

MI EXPERIENCIA PROFESIONAL EN ANGOLA




MI EXPERIENCIA PROFESIONAL  EN ANGOLA:   

PROGRAMA DE INTEGRACIÓN,  LIDERAZGO  Y CAMBIO




Me propusieron unos colegas de Brasil desarrollar un programa de Liderazgo gerencial en Luanda, capital de Angola. Cada uno de nosotros tres, enfocaría diferentes aspectos del liderazgo. 

Ellos me conocían a través de una conferencia que realicé en San Pablo, donde hice foco en la Inteligencia Emocional y las Neurociencias referidas al liderazgo requerido en la complejidad.

Angola sufrió durante siglos conflictos violentos, la última guerra (1975-2002)[i] dejó además de las tragedias de las guerras, profundas heridas entre las diferentes tribus que pelearon unas contra otras, en una guerra apañada por disputas entre las grandes potencias más Cuba y Sudáfrica que luchaban en diferentes bandos.

Todavía hay enterradas sin mapear cientos de miles de minas antipersonas que matan y dejan mutilados a infinidad de seres humanos, la mayoría de ellos niños[ii].

Cada uno de los participantes, gerentes y directores de las Alfândegas (aduanas) tenía su historia personal con algún familiar directo muerto, refugiado o mutilado en esta contienda sangrienta.


Me conmoví cuando supe que las 35 personas que compartían el proceso provenían de diferentes tribus (más de 23, cada una de ellas con su propio idioma y cultura) ,  los participantes provenían de distintas tribus, pertenecientes a bandos enemigos en la última guerra y aún antes de la misma enemistados por cuestiones territoriales, de poder, etc.


El tema del liderazgo debía incluir la mejora de los vínculos interpersonales (entre gerentes) y también con sus colaboradores provenientes de otras tribus. Es por ello que deseo contar está experiencia porque además fue la primera vez que trabajaba en África, con cuestiones ligadas a consecuencias de una guerra y tomar en cuenta las relaciones tribales de las cuales jamás tuve contacto directo.

Al comienzo, en mi caso, nos separó el color de piel (no se ven prácticamente personas de piel blanca en Luanda) y mi portugués españolizado. La separación duro no más de media hora, al cabo de la misma se comenzó a generar un vínculo de confianza que se fue acrecentando durante los 5 días de duración del programa.


Antes de centrarme en temas teóricos de Neurociencias e inteligencia emocional, decidí realizar ejercicios (juegos) aplicando lo que sé de inteligencia emocional y neurociencias: trascendencia sobre supervivencia, la colaboración, necesidad de confiar en el otro, investigarse sobre lo que todos tenían en común y no sobre lo que los diferenciaba:
El idioma portugués fue uno de los ejes, la lucha por la independencia contra el colonialismo Portugués, la tristeza por lo que se perdió en la última guerra, el amor hacia sus seres queridos con la mirada puesta en el futuro…

Desde mi percepción recién allí fue posible desarrollar un marco teórico acompañado por nuevos ejercicios interpersonales, que generaron una profundización cognitiva y también emocional. Hubo lágrimas de emoción cuando narraban lo que iban experimentando y compartiendo.

Desde lo que me tocó trabajar, acompañando a mis colegas brasileros, decidí que para que la experiencia de aprendizaje quedara anclada, debía lograr que lo aprendido pudieran llevárselo “en el cuerpo, en el cerebro y la mente”, tomado el marco teórico de la UCCM (unidad cerebro, cuerpo y mente) que desarrolla el Dr. Carlos Logatt Grabner y Marita Castro, directores de la Asociación Educar.

Trabajamos sobre casos y situaciones reales de la vida cotidiana tanto profesionales como personales y propuse tareas a las que debían comprometerse a llevar a cabo de un día para el otro en cada jornada del programa. 





Comenzábamos cada nueva jornada contando las experiencias de lo hecho y los beneficios que generaba (reforzamiento del aprendizaje). Aprendí a lo largo de mi experiencia profesional que es muy difícil cambiar hábitos, sino se visualiza profundamente el beneficio que se va a sentir una vez consumado el cambio.

Cada tanto nos cruzamos con mails y ya pasado un tiempo prudencial algunos de ellos (Con los que sigo en contacto) siguen avanzando y profundizando en los cambios alcanzados. Puede que hayan olvidado algunas cuestiones teóricas, pero lo que refieren es que sigue presente el deseo de obtención de logro. Todos hacen mención a la mejora en las relaciones interpersonales horizontales y con sus colaboradores.

Espero y deseo volver.



[i] El conflicto de Angola enfrentó al gobierno del MPLA y sus aliados de Cuba y la SWAPO, que luchaba por la independencia de Namibia, contra UNITA, el FNLA, Sudáfrica y Zaire. Los primeros recibieron apoyo de asesores y material soviético y los segundos asesores y material de Estados Unidos, China, además de mercenarios occidentales.
[ii] La guerra terminó solo tras la muerte de éste, dejando miles de muertos, cuatro millones de refugiados y unos 100.000 mutilados, especialmente por las minas antipersonas